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Sobreseyeron a Cristian Graf en la causa por el presunto encubrimiento del crimen de Diego Fernández Lima

El juez Litvack consideró que no había pruebas suficientes para sostener la imputación. La querella y la fiscalía podrán apelar la decisión ante la Cámara Nacional de Apelaciones.

Sobreseyeron a Cristian Graf en la causa por el presunto encubrimiento del crimen de Diego Fernández Lima

El hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima en una vivienda de Coghlan reabrió una causa iniciada hace más de cuatro décadas, vinculada con su desaparición en julio de 1984. Los restos del adolescente fueron encontrados el 20 de mayo pasado, enterrados a 60 centímetros de profundidad, durante una obra en el terreno lindero.

Cristian Graf, excompañero de colegio de la víctima, fue imputado por presunto encubrimiento, acusado de haber ocultado el cadáver y destruido pruebas. El 17 de octubre declaró ante el Juzgado en lo Criminal de Instrucción N° 56 y negó toda participación en el hecho. “No tengo ninguna relación con el caso”, sostuvo, y afirmó desconocer la presencia del cuerpo en el jardín de su casa ubicada sobre la avenida Congreso al 3700.

La defensa argumentó que el entierro se había producido en el terreno contiguo, pero los peritajes del Equipo Argentino de Antropología Forense determinaron que los restos estaban dentro de la propiedad de la familia Graf. El fiscal Martín López Perrando consideró prescripto el homicidio, por lo que la acusación se centró únicamente en el posible encubrimiento posterior al hallazgo.

En su resolución, el juez Alejandro Litvack concluyó que no existían pruebas suficientes para sostener la imputación y dictó el sobreseimiento del acusado. Tanto la querella como la fiscalía quedaron habilitadas para apelar la decisión ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.

El EAAF confirmó que Fernández Lima había sido asesinado de una puñalada y logró su identificación tras el análisis de 151 fragmentos óseos y algunas pertenencias personales halladas junto al cuerpo. El joven había salido de su casa en Villa Urquiza el 26 de julio de 1984 para visitar a un amigo y nunca llegó a destino. Su desaparición permaneció sin respuestas durante más de cuarenta años.