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Filo.docs | Subrogación de vientes: ¿acto de amor o explotación?

Filo.doc presenta un nuevo episodio dedicado a la gestación por sustitución, un territorio donde conviven el deseo profundo de formar una familia, los vacíos legales y las experiencias invisibilizadas de las mujeres que gestan. Entre testimonios crudos y debates urgentes, el documental muestra lo que ocurre cuando la realidad corre más rápido que las leyes.

Filo.docs | Subrogación de vientes: ¿acto de amor o explotación?

En Argentina, la gestación por sustitución, también llamada subrogación de vientres, no está prohibida, pero tampoco está regulada. Ese vacío deja a miles de personas en una zona gris que atraviesa lo médico, lo emocional, lo económico y lo jurídico. En el medio, hay tres protagonistas que conviven en tensión: las personas que desean ser madres o padres, las mujeres que aceptan gestar para otros y los bebés, muchas veces los más olvidados en la discusión.

El nuevo Filo.doc se mete de lleno en esa complejidad y pone el micrófono ahí donde casi nunca se escucha: las historias íntimas de quienes transitan estos procesos.

“No es maternidad subrogada: lo que se subroga es la gestación”

Marisa Herrera, doctora en Derecho, explica que la técnica consiste en que una mujer, la gestante, lleve adelante un embarazo para otra persona o pareja, llamada “padres intencionales”. La gestante no aporta sus óvulos y, por lo tanto, no tiene vínculo genético con el bebé. El embrión se crea mediante fecundación in vitro y se transfiere al útero luego de un tratamiento hormonal.

Aunque suene técnico, el documental deja en claro que la gestación por sustitución no es solo un procedimiento médico. Es también un entramado de vínculos humanos que requieren acompañamiento psicológico, acuerdos claros y, sobre todo, un marco legal que todavía no existe.

“Me motivó vivir la experiencia… pero no imaginé todo lo que vendría”

Una de las protagonistas del Filo.doc es Belén Arnedo, gestante y madre de tres hijos. Ella narra un recorrido marcado por expectativas, esperanza y, a la vez, situaciones de desprotección que la dejaron completamente sola en momentos críticos. Pasó estudios invasivos, una cuarta cesárea, reposo obligatorio y la pérdida de su trabajo durante el embarazo. En su contrato figuraba una suma simbólica que nunca cubrió sus necesidades básicas.

Del otro lado, los padres intencionales viajaban por el mundo mientras ella lloraba para poder comer. “Te empezás a sentir un objeto. Tu embarazo deja de ser tuyo y te volvés una incubadora”, resume, dejando al descubierto una realidad que se multiplica cada vez que la ley calla.

Los silencios legales que pagan las mujeres (y los bebés)

El documental muestra cómo la ausencia de regulación abre puertas a intermediarios, agencias y centros médicos que operan sin control. En un momento clave, tras el nacimiento, la clínica apenas volvió a contactarla: no podían inscribir al bebé. Un fallo reciente había determinado que “madre es quien da a luz”.

Así, como ocurre hoy en muchísimos casos, tuvieron que inscribir al niño como si fuera su hijo biológico. Años después, ella pelea en la Justicia para ser reconocida como madre legal de Piero. “El fallo me permite pelear por él. Piero es mi hijo legalmente”, dice.

La otra cara: quienes buscan ser padres

El documental también recoge el testimonio de Diego Topa y su pareja, quienes recurrieron a la subrogación después de un proceso largo, incierto y con pérdidas. El cantante infantil habló de las ecografías compartidas, del vínculo con la gestante, del deseo profundo de formar una familia y de una hija, llamada Mitai, que hoy crece con naturalidad sabiendo cómo vino al mundo.

Por su parte, la psicóloga Laura Wang manifiesta: “Todos necesitamos saber de dónde venimos”. Así, subrayó el derecho a la identidad de los niños nacidos por técnicas de reproducción asistida.

¿Explotación o altruismo? El debate que nadie puede simplificar

El Filo.doc recupera miradas críticas y académicas que advierten sobre el riesgo de un mercado sin regulación:

— mujeres precarizadas que gestan por necesidad económica,
— agencias que fijan reglas sin control,
— centros médicos que solo buscan el éxito reproductivo,
— bebés que quedan atrapados en vacíos legales o directamente sin inscripción.

“No es todo explotación ni todo altruismo”, explica Herrera. “Pero lo que no regula la ley lo termina regulando el mercado, y ahí siempre pierden los más vulnerables”, agrega.

Un país con 23 proyectos y ninguna ley

Hoy, en el Congreso hay 23 proyectos para regular la gestación por sustitución. Sin embargo, ninguno se convirtió en ley. La realidad demuestra que sin ningún marco, la desigualdad se profundiza: algunos pueden acceder a procesos seguros en el exterior; otros quedan atrapados en la precariedad local.