Chelsea goleó 3-0 a Paris Saint Germain y se consagró campeón de la primera edición del Mundial de Clubes de Estados Unidos 2025. La final se disputó en el estadio MetLife de Nueva Jersey con el arbitraje del australiano Alireza Faghani. Los goles fueron convertidos por Cole Palmer -en dos ocasiones- y Joao Pedro.

El conjunto francés que dirige el español Luis Enrique viene de conseguir la triple corona en la última temporada: Ligue 1, Copa de Francia y Champions League. En la semifinal aplastó al Real Madrid con un contundente 4-0 y se convirtió en el gran favorito a levantar el trofeo. Sin embargo, no fue la oportunidad de este equipo.

Los entrenados por el italiano Enzo Maresca vencieron 2-0 a Fluminense de Río de Janeiro con dos golazos del brasileño Joao Pedro. De esta manera, el equipo que lidera el argentino Enzo Fernández, tras lograr la Conference League, consigue un nuevo título.

Los goles de la final

Tras un contraataque en el que la defensa del PSG quedó mal parada, Cole Palmer definió de forma soberbia para abrir el marcador a los 21 minutos del primer tiempo. Más tarde, cerca de los 29 minutos, Palmer apareció nuevamente ampliando la diferencia con el 2-0.

Finalmente, ante un PSG que no reaccionaba, se formó un contraataque por banda izquierda que generó que João Pedro quedara mano a mano con Gianluigi Donnarumma y picándola  marcó el 3-0.

La ceremonia con Donald Trump

La ceremonia de premiación del Mundial de Clubes tuvo una gran curiosidad: Donald Trump, presidente de Estados Unidos, levantó el trofeo de campeón junto a los jugadores del Chelsea. La imagen causó sorpresa entre los fanáticos.

Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el presidente de Estados Unidos siguió el partido desde el palco del MetLife Stadium, en Nueva Jersey. A su lado también estuvo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con quien mantiene una relación cercana.

Después del encuentro, Trump bajó al campo de juego y, junto a Infantino, le entregó el trofeo de campeón al capitán del Chelsea, Reece James, además de repartir medallas a los campeones y subcampeones.

Pero lo que llamó la atención fue que no se fue de la cancha tras la ceremonia, como es habitual: se quedó con los jugadores, levantó la copa con ellos y celebró el título como uno más.

A pesar de que Infantino pareció hacerle señas en varias ocasiones para que se corriera de ese lugar, el mandatario se quedó y generó sorpresa entre los fanáticos, que se volcaron a las redes sociales para comentar este curioso momento.