La Argentina volvió a expresar su posición sobre la situación en Venezuela en el ámbito multilateral y ratificó su alineamiento con Estados Unidos en la presión internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro. La postura fue expuesta durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en un contexto marcado por los reclamos vinculados a derechos humanos, la situación institucional del país caribeño y el impacto regional de la crisis.

A lo largo de su intervención, el embajador argentino Francisco Tropepi cuestionó el escenario político y social venezolano y planteó la necesidad de una respuesta internacional coordinada. En ese marco, afirmó que “el régimen ilegítimo de Maduro ha sumido a Venezuela en una grave crisis política, humanitaria y social, cuyos efectos trascienden el ámbito interno y repercuten negativamente en la estabilidad de América Latina y el Caribe” y advirtió sobre “la persistencia de la impunidad y el debilitamiento del Estado de derecho”.

El diplomático hizo referencia además a las consecuencias regionales del conflicto y vinculó la crisis venezolana con problemas de seguridad en el continente. Al respecto, sostuvo que existe una “desestabilización política e institucional y la proyección del crimen organizado transnacional que constituyen una amenaza concreta para la seguridad del hemisferio”.

Además, dedicó un tramo central a la situación del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido en Venezuela desde diciembre de 2024 y actualmente alojado en el centro de detención Rodeo 1. Al referirse al posicionamiento del gobierno argentino, señaló: “Desde el inicio de la gestión del presidente Milei, la Argentina ha condenado con firmeza lo que está ocurriendo en Venezuela: la falta de libertad, la violación sistemática de derechos humanos, las detenciones ilegales y la desaparición forzada de opositores políticos, ciudadanos venezolanos y extranjeros e incluso de niños y adolescentes”.

Otro de los puntos abordados fue la situación de Venezuela dentro del bloque regional. El embajador recordó que “Venezuela se encuentra suspendida del Mercosur desde 2017 por violar el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático” y sostuvo que “el restablecimiento del orden democrático y el respeto irrestricto de los derechos humanos en Venezuela se vuelven imprescindibles”. Al ampliar su análisis sobre la seguridad regional, planteó que no puede “haber verdadera seguridad en América Latina mientras la vida, la libertad y la estabilidad de nuestros países se vean permanentemente amenazadas por el narcotráfico, el terrorismo y el crimen transnacional organizado”.

En el tramo final de su intervención, subrayó la responsabilidad de la comunidad internacional de “pronunciarse con claridad y determinación frente al régimen de Maduro, exigir la liberación de los presos políticos, entre ellos el ciudadano argentino Nahuel Gallo, y garantizar el retorno de la libertad, la democracia, el respeto de los derechos humanos y la prosperidad económica en Venezuela”.