Javier Milei ratificó que realizará cambios en el Gabinete tras las elecciones de medio término del próximo domingo. A pocos días de los comicios, el presidente volvió a referirse a las modificaciones que sobrevendrán luego del próximo domingo. Es que a los cambios obligados como consecuencia de la salida de Patricia Bullrich, de Seguridad, y Luis Petri, de Defensa, más la partida de Manuel Adorni de la vocería presidencial, para asumir responsabilidades legislativas, se sumarían otros cambios.

"Yo tengo un contrato con los argentinos y lo voy a cumplir. Eso quiere decir que de cara al segundo tramo del mandato, voy a reacomodar el Gabinete para lograr los objetivos de las reformas de segunda generación. El 26 a la noche, con los números, veré qué tipo de entramado necesito para lograr los objetivos", dijo este martes el presidente durante una entrevista con la TV Pública.

Como se dijo, hay cambios inevitables que surgirán de la nueva configuración del Congreso. Pero hay otros nombres que a partir del lunes, podrían dar un paso el costado. En ese contexto, los apuntados son Mariano Cúneo Libarona, el ministro de Justicia, y su par de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, quien tras la gira de Milei por EE.UU., quedó envuelto en una interna con Santiago Caputo por los contratiempos de la cumbre con Donald Trump.

A propósito del asesor presidencial, cada vez toma más fuerza la chance de que asuma un lugar formal dentro del Gabinete. "No es lo que quiere. Ahora, si el Presidente se lo pide no va a decir que no", dijeron a la agencia Noticias Argentinas fuentes cercanas al consultor. La pregunta que surge es qué lugar pasaría a ocupar Caputo y a qué funcionario reemplazaría. Todos los focos apuntan, en este caso, a Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete. Su eventual salida también podría traer aparejados cambios en el repuesto Ministerio del Interior, dado que Lisandro Catalán, titular de esa cartera, es un dirigente que responde a Francos.

Milei, por ahora, guarda su decisión bajo siete llaves porque cree que "la mejor forma de arruinar a un funcionario es anticipar que se le va a dar un cargo".