En julio, el gasto en obra pública devengado por la Administración Pública Nacional alcanzó un mínimo histórico: cayó un 91,4 % respecto al mismo mes del año anterior. 

La consultora Analytica subraya que, en pesos constantes, ese gasto había retrocedido un 48,9 %, acumulando una caída del 47,7 % en los primeros siete meses de 2025.

La contracara fue el fuerte incremento en el pago de intereses de deuda, que creció un 353 % en el mes, según el informe de ASAP. Esto explica que el gasto público total apenas haya aumentado un 5,8 % real interanual, a pesar del desplome en obra pública.

Cuando se excluye el componente de intereses, el gasto total caería 0,6 % real en julio. Esto evidencia que la composición del gasto se vuelca hacia el servicio de la deuda, mientras que la inversión pública se desploma.

Además, otras partidas como remuneraciones y transferencias corrientes al sector privado también se redujeron: el gasto salarial cayó 11,3 %, y las transferencias lo hicieron 27,2 %, en parte por menores subsidios y la no actualización del complemento previsional (“bono de $70.000”).