Durante una audiencia celebrada en Salta, ocho víctimas de Generación Zoe afirmaron que nunca recuperaron el dinero que habían invertido en la organización dirigida por Leonardo Cositorto. Los testimonios fueron brindados ante el tribunal que investiga un presunto esquema de estafas, y revelaron el modo en que los damnificados fueron incorporados al sistema.
Los declarantes describieron que su primer contacto con la red fue a través de redes sociales, encuentros organizados en hoteles y reuniones presenciales donde se ofrecían cursos de liderazgo, inversiones en criptomonedas y propuestas de rentabilidad mensual garantizada. En todos los casos, las expectativas fueron alimentadas por la imagen de solidez y expansión que transmitía el proyecto.
Un nombre se repitió a lo largo de la jornada: Ricardo Vilardell. Según los testimonios, fue uno de los principales responsables de convocar a nuevos participantes en la provincia mediante charlas motivacionales, grupos de WhatsApp y promesas de premios que finalmente no se materializaron. Varios de los presentes indicaron que entregaron sus ahorros confiando en lo que describieron como una “estructura profesional”.
Incluso cuando comenzaron a circular denuncias en otras provincias, los referentes locales desestimaban las advertencias y las tildaban de “ataques mediáticos”. “Nos decían que eran operaciones de la competencia para desprestigiar el sistema”, señaló uno de los declarantes.
A pesar de las expectativas iniciales, ninguno de los testigos logró recuperar su inversión. Tampoco se cumplieron las promesas de ingresos mensuales, premios por referidos ni acceso a los beneficios promocionados por la organización. La audiencia continuará este miércoles con la posible declaración de uno de los referentes locales con mayor nivel de participación en la causa. Mientras tanto, el tribunal evalúa las pruebas acumuladas a lo largo de la investigación para avanzar con las responsabilidades penales de los acusados.