Robert Francis Prevost, elegido Papa León XIV: raíces latinoamericanas, vínculo con Francisco y controversias
Con un perfil discreto, el cardenal estadonunidense llega al papado en un contexto delicado por los conflictos que atraviesa el mundo y en medio de una tensión entre progresistas y conservadores dentro de la Iglesia Católica.
Durante esta jornada de jueves, se generó una fuerte controversia después de que el mundo conozca la noticia de que el cardenal estadounidense con nacionalidad peruana Robert Francis Prevost fuera elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV para suceder a Jorge Mario Bergoglio, que supo ser el papa Francisco. De esta manera, se convierte en el 267º sucesor de Pedro.
La elección se produjo tras la cuarta votación del segundo día del cónclave, con el voto de 133 cardenales de todo el mundo, entre los cuales estaban los argentinos Víctor Manuel Fernández, Ángel Sixto Rossi, Vicente Bokalic Iglic y Mario Aurelio Poli. Prevost, que era uno de los favoritos, fue respaldado por su cercanía al pensamiento de Francisco, su experiencia pastoral en América Latina y su rol como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo clave en el Vaticano que ocupaba desde 2023.
Nació en 1955 en una familia católica de clase trabajadora en Chicago, ingresó joven a la Orden de San Agustín y fue ordenado sacerdote en 1982. Poco después, comenzó su trabajo pastoral en el norte de Perú, donde suele encontrarse mucha pobreza y violencia política. Durante décadas, forjó un vínculo estrecho con la comunidad católica peruana, al punto de obtener la nacionalidad del país en 2015.
Fue obispo de Chiclayo entre 2014 y 2023, cuando fue convocado a Roma por el papa Francisco para desempeñarse en uno de los puestos de mayor influencia en la Curia Vaticana.
El arraigo latinoamericano quedó demostrado después de que durante su discurso de asunción le haya enviado un saludo especial a su antigua diócesis en Perú: "Y si me permiten, también una palabra, un saludo, de modo particular para todos aquellos de mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo".
Su perfil discreto
Tal y como han destacado quienes se especializan en temas de la religión, Prevost ha sido calificado como un líder de bajo perfil público con una importante capacidad de articulación interna. De hecho, se ganó la reputación de ser un “puente” entre posturas polarizadas, tanto en América Latina como en Europa.
En su etapa como prefecto del Dicasterio para los Obispos, lideró uno de los debates más tensos dentro de la Iglesia Católica en los últimos años: el Camino Sinodal alemán, que proponía reformas en temas como el rol de las mujeres, la moral sexual y la autoridad eclesiástica, lo que generó resistencias en el Vaticano. Fue uno de los emisarios centrales en la negociación, y participó en la elaboración de una carta junto a los cardenales Parolin y Fernández, en la que se instaba a los obispos alemanes a frenar la votación de los estatutos del Comité Sinodal por considerar que excedía los límites del derecho canónico vigente.
Y, en marzo de 2024, encabezó junto a otros representantes de la Curia una reunión con delegados alemanes. Allí se acordó que cualquier decisión adoptada en el marco del Camino Sinodal debía ser sometida a la aprobación de la Santa Sede. Este episodio lo destacó como un mediador eficaz en contextos de alta sensibilidad eclesial, capaz de tender puentes entre sectores progresistas y conservadores.
En su tiempo como obispo de Chiclayo enfrentó acusaciones de encubrimiento en casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes de su diócesis. Las denuncias, presentadas en 2022 por tres mujeres que afirmaron haber sido abusadas en su infancia por los sacerdotes Eleuterio Vásquez Gonzales y Ricardo Yesquén Paiva, sostienen que Prevost no promovió una investigación canónica adecuada y que los sacerdotes fueron trasladados sin restricciones.
Según las denunciantes, no tomó medidas efectivas para investigar los hechos ni para proteger a las víctimas, se alega que se ejercieron presiones para silenciarlas y que se impidió que su abogado canonista las representara en el proceso eclesiástico.
Ante esto, la diócesis de Chiclayo respondió que, en 2022, se abrió una investigación preliminar y que el expediente fue enviado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Sin embargo, en 2023, tanto la fiscalía peruana como el Vaticano archivaron el caso por prescripción y falta de pruebas. Posteriormente, el nuevo administrador apostólico, Guillermo Cornejo, reabrió el caso en diciembre de 2023, tras la presión pública ejercida por las víctimas.
La búsqueda de continuidad y equilibrio
Después de que Bergoglio lo convoque en 2023 para que ocupe el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos, Prevost se consolidó como uno de los hombres su confianza, ya que, desde ese momento, tenía el rol de ser el encargado de nombrar obispos en todo el mundo bajo los lineamientos de Francisco, que eran favorecer perfiles pastorales, cercanos a la gente y ajenos a las lógicas de poder.
El significado de su nombre pontificio
La elección de León XIV no pasó desapercibida, debido a que se trata de un guiño histórico al papa León XIII, recordado por su encíclica Rerum Novarum, donde sentó las bases de la doctrina social de la Iglesia. Con este gesto, parece querer subrayar una continuidad con la agenda reformista de Francisco, pero también marcar una renovada preocupación por el rol de la Iglesia en el mundo del trabajo, las desigualdades y la justicia social.