Blake Lively tomó acciones legales contra Justin Baldoni, director y coprotagonista de la adaptación cinematográfica de Romper el círculo, donde lo acusó de acoso sexual y de llevar a cabo una campaña de manipulación social para destruir su reputación.
La denuncia se presentó en el tribunal Los Ángeles y se ha demandado también al productor, Jamey Heath y a la compañía Wayfarer Studios.
La actriz denuncia conductas inapropiadas durante el rodaje de la película, que le generaron severos daños emocionales. A partir de esto, se realizó una reunión en el set para abordar la situación.
The New York Times detalló lo que argumentó Blake en su demanda: “Durante el rodaje, Baldoni había improvisado besos no deseados y había hablado de su vida sexual, incluidos encuentros en los que, según dijo, podría no haber recibido consentimiento. El productor Jamey Heath le había mostrado un vídeo de su esposa desnuda (mientras daba a luz), según ella, y había observado a Lively en su camerino cuando estaba en topless, mientras le quitaban el maquillaje corporal, a pesar de que ella le pidió que apartara la mirada”. Se llegaron a acuerdos donde no se añadieran escenas de índole sexual que no estuvieran incluidas en el guion aprobado y no se mostraran videos de mujeres desnudas.
Aunque la reunión resultó positiva, aceptando las solicitudes, la actriz afirma que Baldoni inició una campaña de manipulación mediática para “destruir” su imagen pública. El abogado del acusado, Bryan Freedman, rechazó las acusaciones, calificándolas de “falsas, escandalosas e intencionalmente sensacionalistas con el fin de dañar públicamente” al director y a su empresa productora Wayfarer Studios.