La argentina que se destaca en el mundo de la cerveza, revela mitos cerveceros y secretos para elegir el maridaje ideal
Sol Cravello es una de las sommeliers más reconocidas del país y será jurado en el Mundial de la Cerveza que se disputará en Las Vegas. En una charla con Filo.news, habla sobre el rol de las mujeres dentro de la industria y afirma: "Quiero erradicar esto de que sólo el vino puede estar en una cena gourmet".
Es el día de hoy que Sol Cravello agradece no haber seguido un consejo que le dieron cuando estaba rindiendo una de las últimas materias para recibirse de Licenciada en Tecnología de Alimentos. "Te voy a aprobar, pero nunca te dediques a la cerveza", le dijo un profesor. No sólo recuerda ese textual, sino que se enorgullece de no haberle hecho caso. Es que en la actualidad, es una de las sommeliers de cerveza más reconocidas de nuestro país y por estos días juega en la máxima categoría al ser jurado en el Mundial de Cerveza, que se definirá el 24 de abril bajo las luces de Las Vegas.
Además de esta sugerencia fallida, hubo otro factor que durante un tiempo atentaba contra su mundo que, pese a cualquier obstáculo, estaba destinado a ser cervecero: "No me gustaba la cerveza y no me gusta la bebida con gas. Pero cuando la empecé a entender y empezamos a hacer análisis sensoriales en el primer trabajo que tuve (coordinadora del panel sensorial), fue fascinante, me empezó a encantar", asegura.
Sol Cravelo es una de las sommeliers de cerveza más reconocidas de Argentina y será jurado en el Mundial de Cerveza. Foto: Cervecería y Maltería Quilmes.
La porteña tiene más de una década de experiencia en la industria cervecera y se enfoca en enseñar y capacitar a consumidores, restaurantes y bares sobre esta bebida, que es una de las más amadas por los argentinos. Además, es la primera sudamericana en recibir una certificación Cicerone en entendimiento de cerveza.
"Quiero erradicar esto de que sólo el vino puede estar en una cena gourmet", afirma en una charla con Filo.news desde Estados Unidos, donde espera "emocionada" por participar de la Copa del Mundo, el escalón más alto al que puede llegar un juez de cerveza.
El rol de las mujeres en el mundo cervecero
Con la satisfacción de saber que se ganó un lugar como referente dentro de una industria históricamente vinculada a los hombres, Cravello reconoce que a muchas mujeres todavía les cuesta ser respetadas en el ambiente.
"Está difícil posicionarse siendo mujer en el mundo cervecero", asegura Sol Cravello, pese al orgullo personal de haberse ganado un lugar de respeto dentro de la industria. Foto: Instagram @solcravello.
"Desde Quilmes siempre tuve un lugar muy privilegiado porque la empresa me formó mucho, me permitió viajar a rendir exámenes... Siempre fui como una referente, me sentí respetada y eso me dio mucha satisfacción y orgullo", señala. Aunque aclara: "Está difícil posicionarse siendo mujer en el mundo cervecero. Hay muchas colegas que si no tienen 300 cursos y un montón de certificaciones, no tienen la voz para hablar de cerveza como puede tener un hombre. En una cervecería, tal vez no las contratan porque piensan que no pueden levantar una bolsa de malta o no tienen la capacidad física para trabajar en el lugar".
Aún así, la sommelier de Cervecería y Maltería Quilmes destaca que hay agrupaciones de mujeres cerveceras que vienen pisando fuerte. "Yo antes iba sola a las competencias y ahora cada vez hay más juezas. También hay más mujeres disertantes en las conferencias o congresos. De a poco se van metiendo porque hay mucho talento y pibas muy grosas que se van haciendo respetar. Pero hay un prejuicio primero y hay que ganarse ese lugar más que los hombres", sostiene.
|| "Quiero erradicar esto de que sólo el vino puede estar en una cena gourmet"
Mitos cerveceros y el ABC del maridaje
¿La cerveza se toma fría? "Para las competencias o análisis de calidad, una cerveza bien fría te anula por completo las papilas gustativas, el aroma y todo", cuenta Cravello. Y explica: "En el día a día de gente que toma cerveza, hay como una gran división entre las cervezas de refrescancia, que son las doradas, livianas, que tienen amargor bajo, sin mucho carácter aromático y son bien ligeras. Esas sí vienen al mundo a saciar la sed, a refrescar. Esas tomalas a uno o dos grados y está bien porque tienen ese rol".
"Después hay un mundillo enorme y hermoso a nivel aromático donde, por ejemplo, una cerveza de 10% de alcohol, muchísima malta, que antes estuvo añejada en una barrica que tuvo Bourbon o Malbec o lo que sea... Todo lo que aporta la madera, el añejamiento, el Bourbon, si lo tomás a un grado, te perdés un mundo hermoso y no tiene mucho sentido. Así que depende la ocasión y el estilo, se toma más fría. En Europa se toma a 11 o 12 grados y están acostumbrados, pero acá es cómo '¿¡Qué!?'".
Sol Cravello enseña y capacita a consumidores, restaurantes y bares sobre cerveza, una de las más amadas por los argentinos. Foto: Cervecería y Maltería Quilmes.
A la hora de elegir con qué acompañar la cerveza, Cravello enseña que hay tres principios básicos para lograr el maridaje ideal.
-A, de alinear: "Yo no puedo comer un guiso de cordero muy especiado, pesado, con unas papas a la crema y con una cerveza ligerita, porque ahí el guiso se come a la cerveza. Tampoco al revés, es decir, una cerveza oscura, añejada, amarga, con mucho carácter y cuerpo, con unas papas fritas, porque ahí la cerveza se come al plato. Entonces hay que alinear las intensidades. Si tengo mucha grasa, voy a tratar de acompañar con mucho alcohol, amargor, mucho cuerpo. Hay que balancear para que ninguno sea protagonista y estén equiparados".
B, de bridge (en español significa puente): "La idea es crear un puente de sabor y tratar de buscar algún sabor que tenga la cerveza y un ingrediente que tenga el plato. Por ejemplo, un Tiramisú que tiene café con una cerveza oscura que puede tener una nota a café o malta tostada. Entonces, café con café generan un puente de sabor. O puede ser una cerveza Amber que tiene malta caramelo con algo que esté grillado o tenga caramelización de cebolla o sea agridulce".
C, de corte o contraste: "Gracias a su gas y a veces al amargo, la cerveza puede generar un corte en el plato y te resetea un poco el paladar. Por ejemplo, una cerveza amarga puede cortar y contrastar con algo dulce, entonces no te empalaga y la cerveza no te genera tanto amargor".