La reconocida cantante, actriz y ex vedette argentina, Lía Crucet atraviesa un difícil momento de salud: tiene esquizofrenia y delirio crónico.

La noticia se dio a conocer luego de que su nieta, Malena Rosario González (23) denunciara por abuso sexual a José María Gómez, conocido popularmente como "El Carni", un ex participante del reality Soñando por Bailar (2011).

Además de denunciar los hechos en la Comisaría de la Mujer y Familia de Vicente López, la joven lo acusó públicamente en El show del espectáculo, programa radial que conduce Ulices Jaitt.

"Estábamos los dos y en un momento me dice: 'Male, haceme un favor. Pasá un trapito en el espejo del baño de hombres'. Cuando voy lo veo que estaba orinando. Me empezó a hablar como algo natural. Sentí vergüenza ajena y me fui a la parte delantera. Ahí, vino, me agarró de la cintura y me dijo: 'qué bien que trabajás, me encanta'. Me quedé helada, no sabía qué hacer", relató. Horas después siguió con sus actividades en el restaurante, hasta que el encargado le dijo "que vaya a la oficina de José por un tema de sueldo". 

"'Tenés unas nalgas enormes, permiso te voy a acomodar la camisa', me dijo. "Me metió adentro del pantalón la mano y me toca toda la cola. Ahí los ojos se me llenaron de lágrimas, me abroché rápido el faldón y me dijo que al otro día vaya de nuevo a las 11 porque 'te lo ganaste'", contó la joven que trabajó como moza en el restaurante de El Carni.

Hacia el final de la nota, la joven dio a conocer el delicado estado de salud actual de su abuela, Lía Crucet, quien hace años sufre de esquizofrenia. "Te llama todo el día, te dice que le pasaron cosas, después que es mentira. Está con un brote. También con el tema del marido que se está separando. Por ahora no sabe", comunicó.

La palabra de Karina Crucet

La hija de la artista confirmó el estado clínico de su madre en una entrevista con Teleshow. La también artista indicó que sucede "desde que yo tengo 14 años; muchas veces fue tapado por cosas que prefiero no revelar". Y  prefirió reservar los detalles puertas adentro.

"Medicada se lleva bien, si se la cuida. En los últimos tiempos ha empeorado. No tenemos ganas de hablar de la enfermedad de mi mamá, ella no está en condiciones de hablar, porque tiene un delirio crónico. No podemos involucrarla mucho, no está en condiciones. Está trabajando igual, hace presentaciones. Es un conflicto en la familia. Si no está en condiciones de hablar, tampoco está en condiciones de trabajar", cerró.