Si bien con el aislamiento social, preventivo y obligatorio hay menos movimiento en las calles, hay personas que continúan circulando por las actividades que realizan. Como ya comenzó el invierno se deben tomar algunos recaudos a la hora de cuidar los neumáticos de los vehículos.

“Para garantizar la seguridad al conducir es necesario controlar los neumáticos. Lo más importante es chequear periódicamente la presión de aire”, explican desde el fabricante de neumáticos Bridgestone.

El aire dentro de una rueda es una mezcla de gases que se comprimen cuando están expuestos a temperaturas bajas. Los expertos aseguran que cada 10°C menos, se pierde 0,5 bar de presión.

Un neumático con baja presión representa un gran riesgo ya que baja su nivel de adherencia: por un lado, se reduce la superficie de la banda de rodadura que irá apoyada sobre la ruta y por otro, se va desgastando el dibujo del neumático responsable de drenar el agua del camino y evitar el aquaplaning.

Si el neumático está más desinflado, el vehículo tendrá que hacer más fuerza para moverse y por eso utilizará más combustible.

Para evitar estos inconvenientes se debe controlar por lo menos una vez por semana la presión de aire para garantizar que coincida con la recomendada por el manual del auto. Es aconsejable hacer este chequeo con el auto en frío y se puede hacer con un manómetro desde el hogar.