"Se acerca el día D en el que me vengaré de todas las mujeres. Las féminas son todas unas reverendas perras", escribió Gustavo Bolla en un mail dedicado a todas las vecinas de su edificio, apostado sobre el 364 de la calle Senillosa.

Este hombre de 62 años atemoriza al barrio porteño de Caballito desde 2017, cuando fue denunciado por acosar y tomarle fotos a los alumnos de la institución judía ORT vestido de militar con simbologías nazis.

Luego de haber permanecido 4 meses internado en un hospital neuropsiquiátrico tras ese episodio, Bolla recibió el alta y regresó a su departamento del sexto piso para continuar su amedrentamiento.

Una calavera, banderas argentinas y carteles con inscripciones nazis fueron colgadas del balcón de este hombre que da al frente del edificio, sobre Senillosa. También copó el ascensor y los pasillos con carteles que aseguran que se va a "vengar" de las mujeres y que las va a matar.

Ante esta situación, los vecinos hicieron la denuncia en la comisaría más cercana, y una fiscal determinó que la vivienda de Bolla sea allanada: allí, secuestraron una computadora, material pornográfico y otros elementos que hacen a la investigación.

A partir de esto, pudo determinarse que efectivamente el acusado había enviado correos electrónicos desde su casilla personal a la del administrador del edificio intimidando a las vecinas.

En la mañana del lunes 7 de mayo, Bolla se hizo presente frente a algunas medios de comunicación para desmentir las acusaciones y justificar su vestimenta "porque su papá era militar".

También se mostró agresivo ante los periodistas, que aseguran que, desde su balcón, tiraba agua hirviendo para ahuyentarlos.

Mientras tanto, los vecinos del barrio reclaman a la fiscal que actúe antes de que pase algo grave.