El animal, un perro de barrio que estaba paseando por la zona, se detuvo a olfatear una bolsa en la esquina de las calles Blas Parera y Carlos Villate, muy cerca de la Autopista Panamericana (Vicente López) y allí encontró a un bebé de menos de un mes de vida que había sido abandonado.

La de Orejón es una historia conmovedora. Según lo que pudo reconstruir un hombre de 65 años que sacó a pasear al perro el martes 6 de junio por la tarde, el animal se topó con una bolsa blanca que estaba ubicada detrás de un transformador de electricidad. Fue entonces que el hombre se acercó, tomó la bolsa y comenzó a abrirla con cuidado, hasta que se dio cuenta que adentro había un bebé con vida.

El recién nacido se encontraba tan débil que ni siquiera lloraba, y lo único que atinaba a hacer era el típico gesto de succión con la boca.

Vecinos en acción

Rápidamente, entre todos los vecinos de la zona llamaron a la policía y al hospital. El bebé quedó internado en la Maternidad Santa Rosa, donde decidieron llamarlo "Mateo", y milagrosamente se encuentra fuera de peligro. Mientras tanto, en el barrio ya empezaron a recolectar ropa, alimentos y pañales para ayudarlo.

"Por ahora no sabemos nada de sus padres y estamos buscando testigos o personas que puedan haber visto algo", informó un jefe policial de la zona.

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Por su parte, una de las vecinas que estuvo presente durante el rescate, señaló que el bebé "estaba todo morado" y se asustó: "Me dio miedo que se estuviera muriendo". 

"El bebé estaba desnutrido, con un cuadro de hipotermia y anemia importante", declaró  el secretario de Salud de Vicente López, Martín Darway.