“El Campito”: un lugar de luz para perros que viven en la oscuridad
La filosofía del refugio es salvar a aquellos animales que se encuentran al borde de la muerte, actualmente tienen a más de 300 caninos, entre los cuales 100 presentan alguna discapacidad.
Cada 23 de septiembre se celebra el Día Mundial del Perro Adoptado, que promueve la adopción responsable de mascotas e invita a tomar conciencia sobre la importancia de darles una segunda oportunidad a miles de perros que esperan un hogar.
En el marco de la fecha Filo.news fue al refugio de perros "El Campito", para conocer la situación actual en la que se encuentran cientos de caninos que fueron rescatados por el equipo. En los últimos 15 años, el centro ha salvado más de 12 mil perros.
El Director Ejecutivo del refugio, Sergio Moragues, informó que reciben "100 pedidos de ingreso por día". Actualmente en el centro viven 380 perros, conocidos como "camperitos", de los cuales 100 tienen alguna discapacidad. El lugar cuenta con una capacidad máxima de hasta 400 rescates.
"Lo que notamos en el último año y medio es el estado de abandono en el que están los animales que rescatamos. Tal vez no hayamos visto nunca el estado tan grande de abandono y enfermedad que estamos viendo ahora".
"Rescatamos a aquellos que realmente se están muriendo en la calle, que necesitan de una atención muy urgente, que su vida corre peligro y que no tienen a nadie que los esté asistiendo. Funcionamos como una especie de hospital público veterinario para los perros y también le damos prioridad a los más ancianos o perros discapacitados", declaró.
"Las adopciones en promedio son entre 30 y 40 por mes. En el último año y medio han bajado mucho".
La Directora Operativa del Refugio, Bettina Verdaguer, trabaja hace 15 años en el lugar y destaca que el refugio tiene empleados en sus funciones las 24h, en diferentes turnos. Además, todo el equipo está entrenado para asistir a los perros en situaciones de emergencia.
"Tenemos empleados de veterinaria que están desde las 08:00 hasta las 21:00h. Eso contempla 13 horas de trabajo veterinario. A la noche tenemos empleados que hacen la guardia y hacen las rondas continuas cada hora y media para controlar que todos estén bien".
La directora operativa también habló sobre Oly, uno de los perros rescatados que actualmente transita un cáncer. "Lamentablemente llegamos muy tarde. No lo vamos a poder curar, pero estamos haciendo absolutamente todo, desde lo médico, lo espiritual, y lo emocional", expresó.
"Todo el equipo lo que hace es tratar de darle todo el amor, abrazarlo, besarlo, aún en el estado en el que está, que mucha gente puede decir 'uy, es muy impresionable'. No hay que ver lo externo, él es un perro joven que necesita ser besado", remarcó.
Además, sumó que durante sus años de ejercicio ha sufrido varias pérdidas de perros que no resistieron sus enfermedades y/o condiciones en las que llegaron al lugar.
"Estamos completamente convencidos de que ese perro se fue lleno de amor. No pudimos curarlo, pero lo pudimos sanar emocionalmente y esa es nuestra misión", destacó.
Cada caso tiene su impronta, te conmueve de diferente manera dependiendo de cómo estás parada en ese momento.
El Director Ejecutivo del refugio comentó que es incierto cuándo aquellos nuevos ingresos logren ser adoptados, de ese modo hay perros que se van rápido y otros que han vivido toda su vida en el refugio.
"Con la adopción en un refugio se está salvando una vida adicional. Todo refugio tiene una capacidad. Cuando uno se va en adopción y deja ese lugar, está entrando otro, que probablemente se está muriendo, y puede ser rescatado gracias a ese gesto".
En "El Campito" cada adopción es verificada minuciosamente e incluye visitas a domicilio para comprobar la seguridad del canino. Lleva un procedimiento en el cual se deja "muy claro que el perro no es una papa caliente" que el lugar necesita dar en adopción para "sacárselo de encima".
"Es un acto de responsabilidad, de amor, que probablemente se prolongue muchos años en el tiempo. Entonces hay que pensar todas esas alternativas que tienen que ver con los gastos que se pueden generar. Medicina veterinaria, alimentación, baños, paseos. El compromiso que tomamos con ellos", remarcó.
Es importante que toda la familia esté de acuerdo con la adopción, que sea un acto no compulsivo. Es fundamental que esté muy hablado.
Las adopciones del refugio se realizan bajo un procedimiento acompañado, el centro entrega a los perros en su nuevo hogar castrados, desparasitados, y vacunados. Además, si el "Camperito" toma alguna medicación, también se entrega un mes de la misma junto al alimento.
"Un animal es algo muy valioso, es una responsabilidad que implica acciones concretas que tenemos que cubrir. Tenemos que estar muy conscientes de eso", destacó.
"El Campito" no recibe financiamiento estatal, los ingresos surgen de "madrinas y padrinos" que donan mensualmente. También, se mantienen con la ayuda de diversas empresas que los apoyan con un aporte mensual a través de sus programas de responsabilidad social. Además, les donan medicamentos y otros insumos.
"Es muy importante para los animales que empresas que tienen prestigio los estén apoyando", destacó el director ejecutivo.
Una de las empresas que participa en el programa de voluntariado corporativo es Iké, que ofrece ayuda inmediata, al hogar, los autos, las personas y sus mascotas. La compañía lanzó recientemente una obra social para los integrantes caninos y felinos de cada hogar.
Durante nuestra visita conversamos con Anabela Rivero, analista de capital humano, que comentó su experiencia en el voluntariado: "Me gusta lo que hacemos en el voluntariado, participar y lo que se genera, llegas con amor y te vas con más de lo que te imaginas".
"El Campito" está ubicado en Monte Grande, provincia de Buenos Aires, y se encuentra abierto al público. El centro organiza jornadas de voluntariado y adopción dos fines de semana al mes, junto con actividades que permiten a las personas conocer a los perros, involucrarse en la causa, y participar en su cuidado y bienestar.